Exæquo no es un nombre elegido al azar para un despacho de abogados: responde a una forma de entender el Derecho, de vivir el ejercicio de la abogacía y de afrontar las relaciones personales y profesionales.
Desde esta particular visión, se creó un equipo sólido y experto en las distintas ramas del Derecho. Cruz Sánchez de Lara Sorzano y María Fuensanta Salcedo Castro son las socias fundadoras de la firma. En torno a ellas, la firma fue creciendo con nuevas incorporaciones en Granada y Sevilla.
Para la selección de los asociados se valoraron la formación, experiencia, seriedad, capacidad de trabajo y el respeto a las normas deontológicas que deben inspirar esta profesión.
La firma apuesta por el rigor y la profesionalidad. La relación de confianza, la coordinación y la información de cada paso y avance del procedimiento, negociación o asunto son imprescindibles. Pero además, en el despacho se valoran las circunstancias concretas del caso y se estudian las posibilidades con el análisis de las distintas vías, teniendo como fin último la satisfacción legítima de los intereses de nuestros clientes.
Cada caso es asignado a uno o varios abogados, según las necesidades del mismo, disponiendo al menos de dos profesionales titulares a quien dirigirse y del resto del personal auxiliar para incrementar las garantías. La organización y la dotación de Exaequo permiten atribuir los profesionales y medios que resulten más convenientes para la solución de los asuntos que les son encomendados.